(Y otras cosas que tienen poco o nada que ver con la ficción).

Por Antonio Postigo Meza.



viernes, 9 de noviembre de 2012

Mínimo Cuento VII.

Él ya tenía aproximadamente quince minutos mirándola desde el otro lado del lugar. Ella bailaba alrededor de sus amigas y reía de vez en cuando. Necesito que esté sola, pensó mientras le daba un sorbo a su cerveza. Pasaron otros quince minutos y finalmente, las amigas de ella hicieron un viaje comunal al baño. Ella se quedó completamente sola, seguía bailando pero ya no se reía de vez en cuando. Él se acerco velozmente hasta encontrarse frente a frente con ella.
--¿Quieres bailar? -- le preguntó al mismo tiempo que comenzaba a bailar de una forma bastante ridícula.
Ella lo miró de pies a cabeza, soltó una risita que no tuvo mucho espacio entre la escandalosa música.
--No, gracias --le contestó y salió huyendo en busca de sus amigas, que seguramente seguían en el baño.

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