(Y otras cosas que tienen poco o nada que ver con la ficción).

Por Antonio Postigo Meza.



jueves, 5 de mayo de 2011

En el mapa.

No tengo nada más que decirles. La verdad es que no me importa lo que piensen ni lo que puedan decir en el futuro sobre lo que les he contado. Bastante difícil ha sido mi vida como para preocuparme por personas que no son siquiera capaces de poner atención a un relato tan sencillo como el mío. Lo repetí un par de veces y aún se atreven a pedirme que les diga una vez más los detalles de esto que con tanto cuidado les he contado.
¿Qué parte no entendieron? ¿En qué momento dejaron de escuchar? ¿Por qué me piden que lo repita si tan poca importancia le han dado ya?
Pero está bien, se los diré una vez más, será la última y no habrá nada más, me iré y no volverán a verme.
Desde hace varios años llegó a mi conocimiento la idea de que mi vida había sido un completo desperdicio. Mirar atrás, hacia el pasado, no me muestra interesante sobre mi existencia y es que en realidad no hice nada. Siempre fui un total fracaso en todas las actividades que mis superiores me encomendaban y nunca fui capaz de ser un líder, siempre fui un empleado, uno muy ineficiente.
Nunca pude emprender una campaña propia, siempre he tenido que estar detrás de alguien que me otorgara un poco de existencia tangible. Es, precisamente, por eso que he sido tan paciente con ustedes y he repetido tanto mi relato. Aunque no me pongan atención, es por ustedes que existo, sin ustedes no soy nada, nunca he siso nada. Hasta un insecto, en su efímera existencia, obtiene mayor satisfacción y tiene mucha más divinidad que su humilde servidor. La verdad es que no sirvo para nada, soy un completo inútil.
En esos días, cuando ya sabía del fracaso que había sido mi vida, traté desesperadamente por encontrar algo que le diera un poco de sentido a mi vida. Dejé mi antiguo trabajo y me dí a la tarea de buscar alguna actividad que pudiera ponerme en el mapa. Pasé horas pensando qué sería lo mejor para mi, no tengo muchas habilidades y la verdad es que carezco de talentos especiales, no puedo pintar ni escribir grandes obras que inspiren a la humanidad, tampoco puedo construir máquinas que faciliten la vida de las amas de casas y mucho menos podría venderlas.
Sin embargo, en uno de mis largos momentos de reflexión, descubrí que hay un pequeño talento que en esos momentos de desesperación comenzó a desarrollarse de manera violenta y repentina.
Ya lo había visto en sueños y ya lo había sentido como una sombra durante las horas de la realidad, pero nunca lo había tenido en mis manos. Alguna vez leí sobre esos casos, como el de una niña que le prendió fuego a su casa mientras dormía. Sus padres y toda su familia, conformada por seis hermanos y la abuela, murieron entre las llamas que ella misma creó de la nada. ¿Lo ven? Mi relato es en realidad muy sencillo, lo que pasa es que no me han puesto suficiente atención, supongo que si mis intenciones fueran distintas tal vez lo harían, eso me parece totalmente estúpido. ¿Por qué hacerle caso a un imbécil en mallas cuando hay un hombre que dice que está a punto de matarlos a todos?
La pyrokinesis es una habilidad extraordinaria, lamentablemente tuve que sacrificar a todas mis mascotas mientras aprendía a controlarlo por completo, hasta queme algunas partes de mi propio cuerpo tratando de crear y controlar enormes llamaradas de fuego.
Espero que para estos momentos ya entiendan lo que está pasando, en realidad no he venido aquí a contarles la historia de mi vida, simplemente un fragmento que los ayudara a entender aquello que justifica mis acciones, más bien mis futuras acciones.
Durante mucho tiempo le he tenido un gran rencor y resentimiento a la sociedad, después de meditarlo mucho he llegado a la conclusión de que aquello que me pondrá en el mapa tiene que ver, sin duda alguna, con la aniquilación de dicha sociedad que tanto me ha repugnado.
Veo que ahora ya me han puesto suficiente atención. ¿Será por el miedo? No importa, lo importante es que ahora saben muy bien que están a punto de morir, no morirán todos al mismo tiempo, pero les aseguro que al mismo tiempo que mueren ustedes también morirán todas las personas que conocen, eso puedo asegurarlo.
He esperado a que sea de noche para que todo sea más espectacular, para que aquellos que nos miran desde el espacio sepan lo que ocurre en este pequeño e insignificante planeta, todo ellos serán testigos de mi poder y de mi ira.
En fin, ya es momento, las cosas sucederán rápido, encenderé la atmósfera del planeta, no puedo hacerlo de un golpe, pero sí por grandes secciones. No traten de evitar su muerte, seguramente les causará mayores problemas, ya que en caso de que no mueran por el fuego, morirán más tarde a falta del oxigeno que será consumido completamente.
¿Y yo? Yo estoy dispuesto a morir, no le tengo miedo a la muerte y eso, amigos míos, me hace mejor que todos y cada uno de ustedes. Será mi muerte lo mejor de mi vida.
                                                                                                                                  FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario